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Existe una realidad irrefutable y es que algunas personas tienen células de grasa que no se reducirán, a pesar de la dieta y el ejercicio. Si eres una de ellas puedes dar gracias a la herencia.

La liposucción es una opción para eliminar pequeñas protuberancias que no se han podido eliminar y mejorar por tanto la forma de un cuerpo. Las zonas más comúnmente tratadas incluyen las caderas, el abdomen, los muslos y las nalgas y la cara. La liposucción no elimina la celulitis, sólo grasa.

¿Quién es un buen candidato para la liposucción?

Un buen candidato para la liposucción debe tener expectativas realistas sobre los resultados de este procedimiento, así como las cualidades básicas:
  • Peso en la media o un poco superior.
  • Piel firme y elástica.
  • En buen estado de salud general.
  • Concentraciones de grasa que no responden bien a la dieta y al ejercicio
Los pacientes con mala calidad de la piel (celulitis) no son buenos candidatos para la liposucción, ya que pueden desarrollar irregularidades de la piel debido a la sub o sobre-corrección de los depósitos grasos localizados. La edad generalmente no es una consideración importante cuando se habla de la liposucción, sin embargo, los pacientes mayores a menudo tienen menos elasticidad en la piel y por lo tanto no pueden lograr los mismos beneficios de la liposucción que un paciente más joven, con una piel más apretada.

¿Qué necesito saber antes de someterse a una liposucción?

El primer paso antes de someterse a la liposucción será organizar una consulta con su cirujano. Durante la consulta, su cirujano le explicará las opciones que son mejores para usted, su tipo de piel, la eficacia y la seguridad del procedimiento, el potencial costo financiero y cuáles deben ser sus expectativas. No dude en preguntar al cirujano cualquier duda que usted pueda tener. Ante él no es el momento de ser tímido.

Una vez que ha decidido someterse a la liposucción, el cirujano le dará todas las instrucciones que se necesitan para prepararse para la cirugía. Esto puede incluir restricciones en la dieta o el alcohol o el tomar o evitar ciertas vitaminas. Asegúrese de informar a su cirujano de cualquier alergia que tenga, así como todos los medicamentos que está tomando. Esto incluye medicamentos de venta libre y con receta, así como suplementos a base de hierbas.



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